sábado, 26 de mayo de 2012

Vida, ¿por qué no te completas?

Heroicidad, difícil tienes tu trabajo a día de hoy; ¿a quién salvas? ¿A todo el mundo? Eso no puede ser así. No tienes medios para salir, ni para huir; solo deberes. Heroicidad, no creo que existas, la verdad; ni siquiera creo que existieras, un trabajo como el tuyo solo puede ser estresante, mareante y desquiciante.

Valentía, ¿dónde estás? ¿Ya no llenas corazones? ¿Ya no alardeas de tus pasiones ante la gente de poca fe? Haces falta más que el comer, se necesita de tu deber para poder vivir; sin ti, nada se engorda de vida, nada crece.

Fuerza, ¿cuándo aparecerás? ¿Acaso te estremeces? ¿Cuando impregnarás la vida de tu virtud? ¿Cuando empezarás a ser tú; y a declarar ante los días de los hombres débiles?

Silencio ¡dónde están tus maullidos!
¿Qué haces que no rompes a volar?
Suerte; de ti, mejor no opino.
Todo; haces que la naturaleza empiece a brotar.

Pasión, ¿cómo que dejaste de crear amor en todas las casas? ¿Por qué rebasas las paciencias de quien impaciente te espera?
Vive con el otro don; el amor, esencia última del universo. Esencia primera del sentido de todos los versos.

Felicidad. No te vayas de las almas libres y no abandones a las que están en cautividad.


Vida, ¿cómo entenderte? Si de lo que se supone que eres siempre falta la mitad.

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