jueves, 18 de abril de 2013


Me dan asco los romances que no son verdad, las espinas con sal, las bocas hambrientas sin besos que llevarse al paladar. Me dan miedo las mentiras piadosas, los raquetazos sin pelota; me asusta navegar cuando no es el viento quien maneja, no consigo dormir sin que nadie me mezca. 

           Me inquieto cuando no veo razón ni pensión en los corazones, cuando el cielo más gris que azul te recuerda que hay días que no sale el Sol. Me cabrean los matrimonios de conveniencia, las falsedades enlatadas al vacío. Me desplomo cuando son los aviones los que llegan más altos que las esperanzas. No me siento si me engañan, si me asustan, si juegan conmigo.

No respiro cuando aprietan los rayos del desconsuelo, cuando todo gira en torno a un quiero y no puedo; no me desmayo cuando me hace falta, sólo me oprimo cuando todo sobra, cuando hasta el todo estafa.

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