"¡Qué injusticia!" Le clamamos al cielo cada vez que ocurre
algo que entendemos que no nos merecemos. ¡Y qué horror/error tan grande!
Siempre nos criamos bajo la manta del "busca lo que te mereces en la
vida". Pero, ¿qué es esto? ¿cómo nos puede hablar de justicia una sociedad
que sabe que al otro lado del mundo hay miseria? Ojalá existiera justicia;
¿cuántos niños estarían hoy con nosotros? ¿Cuántas personas comerían caliente,
vestirían ropa e irían a aprender a una escuela?
Lo justo y lo injusto es un producto de la mente humana; la naturaleza no juega a este juego tan idílico que pensamos que existe. Unos nacen y otros mueren, y de mientras el león se preocupa de cazar una cebra. Y esta es la realidad; nada de lo que ocurre, absolutamente nada es justo o injusto, simplemente es. Quizás, quizás, deberíamos de enseñarles a todos los niños del mundo que en esta vida no hay que buscar la justicia, sino el ser justos con nosotros mismos, que son cosas completamente distintas.
Lo justo y lo injusto es un producto de la mente humana; la naturaleza no juega a este juego tan idílico que pensamos que existe. Unos nacen y otros mueren, y de mientras el león se preocupa de cazar una cebra. Y esta es la realidad; nada de lo que ocurre, absolutamente nada es justo o injusto, simplemente es. Quizás, quizás, deberíamos de enseñarles a todos los niños del mundo que en esta vida no hay que buscar la justicia, sino el ser justos con nosotros mismos, que son cosas completamente distintas.
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