sábado, 14 de septiembre de 2013

No hay más ley que la fiebre del oro en las minas del rey Salomón.





Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel
por mis sueños va, ligero de equipaje, sobre un cascarón de nuez 
mi corazón... De viaje.
Luciendo los tatuajes de un pasado bucanero 
de un velero
 al abordaje de un...
De un "No te quiero querer".

¿Y cómo huir, cuando no quedan islas para naufragar,
 al país donde los sabios
 se retiran del agravio
 de buscar labios que sacan de quicio?
(   Mentiras que ganan juicios
 tan sumarios
 que envilecen el cristal de los acuarios de...
De los peces de ciudad,
 que perdieron las agallas
 en un banco de morralla
 en una playa sin mar.    )
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