Joaquín Sabina; el flaco, el genio de Baeza, el bombín con sirenas entre los dedos. Hace poco fue su cumpleaños y yo, pues le quiero dar mi particular homenaje. Joaquín Sabina para mi significa muchas cosas. Lo llevo en el corazón, en la mente y en el alma. Lo llevo en todo mi ser porque aprendí a crecer con él. Aprendí el desamor y aprendí a amar con idolatría aún siendo niño. Él me enseñó cómo no hay que tratar a una mujer, él me enseñó a cuidar el amor y a aprovecharlo cuando se apaga. Podría citar miles de frases suyas, miles de verdades disfrazadas de mentiras que valen la pena. Los sueños son mentiras de verdad, cómo bien sabemos, él nos enseñó eso, él nos sigue enseñando eso.
Es un poeta, es un cantante con la voz impregnada en whisky y en ducado rubio. No hay razón al sentimiento que el no me haya resuelto. Sin embargo jamás he hablado con él. No soy el único, somos millones en el mundo los que estamos cogidos de su gracia, de su mano de centella que escribe como piensa. Que parece que escupe por la tinta lo que bombea el corazón de todos. Podría poner miles de canciones. Pero voy a poner esta que, personalidades dentro, marcó quizás un antes y un después en mi comprensión de su música, de su arte... Felicidades flaco.
"Cuélgate de quien te quiera. No te mueras más que por amor. Cuando yo tenía tu edad ya era mayor."
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