Musa del que llega tarde,
reúsa de las miradas perdidas.
Cosas que queman cuando no arden.
Ya no hay tierra prometida.
No lo vi, no nos vimos.
Todas las plazas están cogidas.
No lo fui, nos arrepentimos.
Mírala cómo baila,
el ritmo traspasa sus caderas,
sabe que así me calla,
me joden la vida sus fronteras.
Ahora tú, ahora yo.
Qué manera de jugar a ser dios
sin dados,
sin moteles de ocasión,
dejándote de lado;
sin nadie que me ataque el corazón.
A tiempo pasado,
me pido perdón.
La viva imagen del que vivió en la nada.
Oportunidades de ocasión que se fueron,
ataques de corazón que no valen un pelo.
Fulanita de tal que se deshace en la estacada.
Y ahora me retiro de esta falsa calma.
Me vuelvo a la cama
que es lo que nos toca.
Viva el rojo con el que no ardiste.
Buenas noches con besos en tu boca.
Aquí tienes el poco amor, que me pediste.
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