Palabras mudas para oídos sordos. Ojos que no leen, dedos que escriben para aliviar el alma. Sentir que uno está un poco más vivo de lo que siente; estar un poco menos sentido de lo que uno escribe. Me balanceo, de aquí para allá; como si no importara nada (¿a caso importa? ¿a caso importo?), como si no tuviese la vista en ti. De un tiempo a tu parte, de un salto al "nosotros", de ahí al ahora solo faltan segundos pasados y futuros; un poco de droga, déjenme hacer un alto en el camino, nunca viene mal para acercarme a tu denominación de origen. En este tiempo he aprendido de todo; precioso, asqueroso, hermoso, banal, candente, frío, mentiras, verdades. He aprehendido lo que me ha interesado y a veces lo que no, lo que me ha enamorado (sorprendentemente), lo que me ha hecho despreciar, desaparecer. En el recuerdo las caricias, los besos, las miradas, las palabras que nunca fueron hacia mi y las que sí (menos, pero valen). ¿Cómo es posible tener en el recuerdo algo que no viviste? Fácil: el amor es un alma de doble filo que, por desgracia, te hace ver cosas que te quitan un poco de vida (¿o te da?). Con ellas, en el infierno (o en el cielo), arde un poco de mi en un fuego que difícilmente se apagará (para bien o para mal; lo sabes). Un fuego fatuo y eterno, lleno de "innecesidades", de "¿por qués?" sin respuesta que jamás serán resueltos y con una herida que yacerá conmigo hasta el fin de mis días (con o sin ganas).
Nunca he escrito sobre esto; aun así sigo en clave de fa, eso es lo mejor de todo. Ni te darás cuenta. Lo cierto es que ni siquiera lo hablo; ni contigo ni sin ti. En ciertas ocasiones uno se encuentra con ciertas incapacidades del corazón, incapacidades de superación tan grandes que uno se limita a hacer como que no pasa nada (más de una vez lo he hecho y sé que no lo sabes). Aquí no pasa nada, señores. Pero simplemente, y pensándolo bien, pasa todo. Hay ciertas cosas que no están dentro de tus planes, ciertas realidades que se escapan a ti, que no controlas y que cuando te las encuentras la única solución es enfrentarte a ellas (aunque te cueste cada suspiro la vida misma). Es la vida, uno lo acepta y juega. Pero hay otras, hay ciertas situaciones que se presentan que son insuperables; la muerte, por ejemplo es una. Tengo más ejemplos, pero ya están implícitos (no los vas a entender, pero sabes que sé que eso te gusta; sabes que me encanta hacerlo). Será mi ser. No lo sé. Sólo sé que a uno, estas cosas, les hace hacerse más fuertes. Les hace ver de frente a esas personas que dicen ser una cosa y no serla, de frente, y catalogarlas. Puede parecer una estupidez, pero saber qué tipo de personas tienes al rededor es algo maravilloso (cosa de la que no te has dado cuenta, aún). Hace tiempo que sé el comportamiento de más de una persona a mi al rededor (siempre se me escapa alguien), finalmente catalogada. Y créanme, es maravilloso ver como, en el fondo, están más perdidas de lo que ellas creen (uno siempre está más perdido de lo que uno cree). Con todo mi respeto a ustedes, personas del "bien" por bandera ilusoria (no os tengo ningún respeto, realmente me dais fatiga). Sí, sí, a ustedes que siempre os dais la razón, sin tenerla. A ustedes que os argumentáis, sin argumentos. Gracias. Gracias por existir, a las personas "normales" nos hacéis un favor. Al fin y al cabo las personas miserables son miserables de principio a fin (uy, uy, lo que acabo de decir). Encontrada una, encontradas todas. Toda escoria está cortada por la misma navaja; así que no se desanimen señoras y señores, al fin y al cabo, el ánimo y la ilusión, son lo último que nos queda.
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