Al subir, mentí.
Aunque tú no lo supieras.
Estás de espaldas, allí, me da tu pelo.
Me persiguen un par de ojos;
viva el consuelo.
No parecemos nosotros,
al menos en estos tiempos.
Tú mueres por él, yo a ti no te quiero.
Porque al subir, bajé de mi barco.
Crucé el río, me tapé del sol.
Al subir, caí.
Hice un mal trato,
metí tus cartas en el cajón.
Al subir, crecí...
Como cuando era joven, sin rencor.
Y me miras y me alejo.
Ahora me acaricias, y yo te dejo.
Cuando te arrimas, no me rajo.
Tú no eres quien debieras,
yo no quiero ser de nadie.
No juegues a ser sincera,
que aquí no me traen tus alardes.
Tú juega a desnudarte entera,
no me pidas que me pare.
Anda, acércate y sueña.
que no haya Dios que nos calle.
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