Al jardín del olvido le salen escamas,
se le cae el pelo,
se le jode la voz.
Al jardín del olvido le duele el alma
por cada beso verdadero
en alguna estación.
Al jardín del olvido no le gustan los noviazgos,
le aburren los embarazos,
se cansa de todo.
El jardín del olvido se dejó la fe
en el notario
por llegar a tiempo para el NODO.
Al jardín del olvido se le están secando las lágrimas,
se le pudren las flores.
Al jardín del olvido ya nadie lo llama,
ni si quiera los cantaautores.
Pobre jardín del olvido que le llueve solo una vez por semana,
que cuanto más mayor te haces menos tiempo tardas en pasearlo,
que por cada vez que fui
volví
más solidario
y más yo.
Pobre jardín del olvido que cuanto más lo visitamos,
más fuerte se hace nuestro corazón.
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