Salí de la nube negra
entre ron y paciencia
saludando a las dependientas
y soñando
con la mente despierta.
Me despedí al cara y cruz
y no miré atrás.
Me puse las gafas
huí de la caza
aprendí a hacer vudú.
El monte no es tan alto
cuando lo subes tú
si llevas las botas adecuadas.
y no unos pies blandiblú.
Con las noches que he vivido
Peter Pan ha crecido
y tengo para siete poesías.
Seis son para mis miedos
las otras mil
te las dedico a ti.
Sin recelos.
Ojalá aprendieras a leer
con los ojos que yo te veo.
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