Voy a huir del mecenazgo del corazón,
de tus praderas de caoba
con sus remitentes y sus canas.
Quiero volar,
usar mis alas,
subirme a la ola.
Soy un juntaletras que a media noche piensa en ti
y a la noche entera ya no se acuerda.
Mientras, se desnuda frente a un papel
se fuma un cigarro a tu salud
y se ríe de las indecisiones.
Al reloj se le olvidó las tres
te cobró el pecado de juventud
y te pedirá explicaciones.
Para entonces ya tendré vuelo,
tu un desconsuelo
y el cielo un alma más que pasear.
Felicidad ficticia,
calentón -pre-maturo.
Salvar al alfil,
el alma en un puño.
Y en la esquina una rubia
que juega su turno.
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