miércoles, 22 de enero de 2020

A estas horas
de "desarcángeles" a pie de tierra
valen más los enmascarados "te quiero"
que los antídotos del "sálvese quien pueda".
Mientras estas comillas le dan sentido a todo
mis sueños hincan el codo
y me revelan entre granizos de besos
los versos
que le dedico yo a tu ausencia.

Ha salido ya el sol, hace frío.
Cantan los pájaros, huele a pan tostado
y ha llovido.
Me acuerdo de ti.
Me enciendo un cigarrillo.
¿Estarás pensando en mi?
Tampoco es que sea yo nadie para merecer eso.
Solo pasabas por mi tiempo y paraste mi reloj.
¿Cómo no iba yo a enrollarme en tu pelo?
Me has hecho olvidar mis reglas de mejor postor.

Y ahora
la siesta está de baja
y la fiesta se echa a dormir.
Desde que uso el microscopio
no hay ningún cerrojo
que no se atreva a abrir.
Y en mi piel desnuda ha quedado
un dulce sabor amargo
que puede que mañana se haya ido.
Yo habría separado los mares,
"Serás feliz conmigo".

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