El abismo es un agujero
donde caben todas las caricias
que me quedaron por darte
y cada vez que llega octubre
un frío viento
juega con mis ojos a mostrarme
que donde antes dormías
ahora solo queda el suelo
y los restos de mi corazón están en ceniza
buscando volver a juntarse,
aunque ya con más ganas que fuerza.
Y por el camino se quedaron tus "sálvese quien pueda"
y la sensación suicida del que todo lo perdona.
Y a tu puerta ya el alba asoma
y en la mía, muere una amapola
que se quema.
Porque ya no piensas en mí
como yo te pienso,
ni sueñas conmigo
que cumplimos
los mismos sueños.
Hace tanto que no nos reímos
que perdí el sentido de tus carcajadas.
No volveré a leerte mis poemas.
Ni haremos el amor por la mañana.
Todo lo que quiero de ti
ahora yace muerto,
junto a la hoguera.
Tú eres de otro.
Mis huesos van a mi entierro.
Ya no suena la orquesta.
La luna se ha teñido de rojo,
el resto va de negro
y mi tiempo se arresta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario