La nube negra tronó.
Los rayos de luz no se veían.
Pero traía el agua
del que los campos beberían.
Entre tanto ruido,
yo,
no lo veía.
Ese agua tiene los ojos marrones
y en mi campo ya veo algunas amapolas.
Me he quedado a solas
pero te tengo a ti.
Me he quedado a solas
(¿Quién coño me ha robado el mes de abril?)
En tus manos se escribe mi tiempo.
De tu boca nacen las palabras más bellas.
Yo morí por dentro.
Pero te tengo a ti
como tengo a las estrellas.
Sueño que soy tus juegos,
tus besos, tus caricias,
tus risas, tus duelos.
Sueño todas las noches
que estás sobre mis hombros.
Sueño también despierto
a que envejezco viéndote crecer.
Con tus fallos
y tus aciertos.
Dándole sentido a arrugarme.
No le tengo miedo a nada.
No pueden ya matarme.
Porque ya lo hicieron.
Pero te tengo a ti.
Creo que eres el cielo.
Y no hay infierno que de aquí
pueda sacarme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario