martes, 2 de junio de 2020

Mi profecía.

Una melodía se escucha al fondo del salón
y hace preguntas extrañas,
nos quiere a los dos.
Y yo,
que me sobran entrañas
cuando juego a quererte
me muero de amor.

Puede que no pudiera entenderte
pero dejé de quererme,
sé que no tengo perdón.
Y, aún así, me he pasado el tiempo
buscando soluciones a tus sueños;
fue fácil, volví a ser yo.
Yo te hacía perdida.
Depresión sobre depresión.
Y bajo ellas, me encontraba.
Paradoja que tras de mi, te encontré a ti.
Y, ahora, todo tiene sentido.
Yo te quiero conmigo.
Somos la solución.

Aún te recuerdo más guapa que cualquiera
llegar en metro de madrugada.
Cada quince días íbamos y veníamos,
yo enamorado, tú enamorada.
¿Qué quieres que te diga?
No es mi culpa que cuando tú estás
más brilla el sol.
Hago lo que puedo
y sé que te sueño
por encima de mis posibilidades.
Pero también para lo bueno no tengo perdón
y allá donde tú estás 
quiero aterrizar.

Quiero explicarte porqué vivo más cuando estoy a tu lado.
Porqué me importa el mundo un poquitín más.
Porqué disfruto más de lo que disfruto,
si tú quieres que te quiera.
Quiero que entiendas 
que por ti haría lo que sea.
De norte a sur. 
Lo que tú deseas.
No somos tan distintos.
Y donde te nace el instinto,
vive mi profecía.



No hay comentarios:

Publicar un comentario