No soy un pasota de casta y tabaco
de esos que tienden al precipicio.
Si tú te alejas yo me entristezco un rato,
será que te quiero más que por vicio.
Y, encima de todo, me pueden tus maneras
aunque me quemen las manos,
si tú te dejas te doy mi primavera
y con la tuya hacemos un verano.
No me comprometo con otras fiestas
por miedo al deseo
de encontrarte entre mis trajes.
Aunque no me creas yo sí te creo
cuando sales corriendo del baile.
Sí puedo prometer que vaya detrás cuando quieras saltar del vagón,
nunca existió en mi un corazón
que no mirara de reojo al noble antojo
de dormir siempre en tu mismo colchón.
Del pasado yo me quedo
con haberte acariciado el alma.
En el presente me flagelo
y te suelto mi verdad a la cara.
En el futuro quiero estar cegado
contigo de la mano
y con tres versos por terminar.
En cada sueño que te tengo
apareces por la puerta
y me besas sin rechistar.
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