jueves, 3 de noviembre de 2016

Las cartas a un ex.

No hay uno igual,
y me incluyo.
O eso dice el guión y su escena.
¿Pero realmente qué más da...?
Si ahora sobrevivo en el futuro,
si murió aquella doncella.

Yo, que crezco y renazco sin saber por qué.
Que a estas alturas del cuento
ni sé dónde voy a acabar
ni entiendo mi papel.

Solo sé...
Que ya pasó, que eres otra y mía.
Aquí, donde empieza mi aire
y acaba su utopía,
puedo sentirme libre.
Libre de pecado pese al pasado.

Uno tiene que aprender a volar,
aunque se sienta pesado.
Hay que saber aterrizar.
A veces nada flota,
en ocasiones el mar
te trae más
de lo que te regalan las olas.

Se da el caso de que uno pierde sin perder.
Jugar con fuego quema,
dice uno de los lemas que marcan la vejez.
Existen situaciones incontrolables, desdenes y vaivenes.
Existen mentiras, cosquillas que gustaban y el chocolate sin azúcar.
Existen el fin y los medios,
las enfermedades del alma sin remedio,
los tropiezos y los fallos.
Existen los fantasmas, las luces y los monstruos.
las notas que sientan como un rayo.
Tú, en algún día, en algún motel,
siendo de otro.
Yo, muriéndome un rato.

No es fácil olvidar,
hay que saber ubicarse.
Pueden haber haches intercaladas
incluso en casa de don Nadie.
-"Y ya... Ya no hay nada más que añadir, señoría.
¿o me he equivocado yo
y no se suicidan corazones cada día? "
+"¿Pues qué le puedo decir, corazón?
Si solo soy un juez
valorando las cartas de su novia a su ex
y esperando la hora de salida."


jueves, 27 de octubre de 2016

Andares.

Cada vez que vuelvo me pierdo
y ya qué sé.
Todos los inviernos se vuelven del revés
y me deshielo.

Y ahora me hago
y deshago.
A partes iguales.

Cual domingo por la tarde
como si fuese ayer
justo antes de nacer.

Y me acomodo al despertar,
como se hace cada mañana
en la mar.
Aprovechando la nada,
para mirarla.
Huyendo de las olas.


Y me arrepiento con asiduidad,
de entrar en la lista
de las hojas solas.
Vaya andar de revista.

martes, 15 de marzo de 2016

Nací el día que comenzaste a llorar. Con tus primeros pasos empecé a ver el camino. A medida que crecías mi alma te buscaba. Ya besabas cuando mis manos se ponían a la cola.

+
+

A donde mirabas creabas mis aspiraciones.
Donde soñabas se me antojaba creable y para nosotros.
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..
...
....

Te imagino joven, en tu jardín. Es verano y de fondo suenan canciones que en el futuro amarás. Estás de blanco, dulce y pequeña. Con tu sonrisa inolvidable, jugando.

Te veo entre flores amarillas, hace sol y la piscina brilla mientras su reflejo ilumina la pared de tu casa. Dentro, tu madre, te mira desde la ventana.`

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Estás en el césped disfrutando de un momento, aparentemente, insignificante.

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Sin embargo, lo que está ocurriendo es que yo, años después y como el que no quiere la cosa, (con mi nave del tiempo) ando observándote.

Este momento es nuestro. Crees estar disfrutando de nuestra brisa marina, en realidad estás dejando que yo disfrute de ti.

Miras al cielo, esperas.

Ahora te vas. Llega alguien en tu busca. Desde aquí; desde mi rincón, solo alcanzo a ver cómo empiezas a caminar hacia tu puerta. Puedo seguir la estela de tu vestido hasta un poco más allá de la piscina.

Ya no estás. Pasan las horas. Sigo esperando a que aparezcas.

Me despierto y no estás al otro lado de la cama. Espero que al levantarte de tu jardín salieras a por mi.