lunes, 15 de junio de 2020

Disfrutar de nuestros suspiros.

Yo llego a la salida y tú esperas tras la puerta.
Acerco mi mano al pomo, a ti tus nervios te queman.
Yo sueño con que estás, pero me da miedo que te hayas ido.

Sé desde mi último final que eres todos mis principios.
Cuando me quiero acostar, me despiertan tus latidos.
Cambiaría de portal solo por compartir tu edificio.

Me haces querer vivir.  Tu piel me tiene loco.
Sé que es seda de la cara, lo recuerdan mis ojos.
Tus pechos la prisa larga del placer que se hace más corto.
Entre tus piernas la suavidad de mi boca y sus antojos.
En tus muslos mis dedos se reencuentran y por tu espalda nunca me siento solo.

Y en tu corazón, el mío, encuentra un hogar en el que sentirse vivo.
Por eso, a un segundo tras la puerta, el tiempo se para a disfrutar de nuestros suspiros.

viernes, 12 de junio de 2020

Tu nombre.

Eres preciosa. Preciosa, coño.
De cortarme el aire.
Hasta gritando.
No he conocido mujer más guapa.
Flores en primavera, y en otoño,
hojas dejando naranja
el hermoso prado.

Un cuadro de Vermeer,
interpretado por Scarlett.
Todos los poemas de Pedro Salinas.
Primeras caricias,
tu maravilloso fantasma hablándome siempre.
Eres cada cosa que aprendo.

Y en todas las hermosuras están tus ojos.
Y en las travesuras del destino la belleza empieza por ti.
Como tu nombre,
que es el comienzo de lo feliz.

Unas palmas acompañando la sintonía de Friends,
una foto a los pies de un acantilado.
Tú, entera.
Alegría y todo descontrolado.

Pero en algún momento, cuando te pregunten por mi.
Yo ya,
me habré marchado.

18/03/2020

Cuando dos personas se quieren sobra el olvido. El recuerdo es una idea fija en la mente; como cuando tienes hambre, que no puedes olvidar que tienes hambre. El tiempo pasa desapercibido, aunque pasen años: el peso de los besos, las caricias, el amor verdadero, la felicidad y las risas siempre se mantiene.
Cuando es de verdad, el terreno recorrido separados siempre parece estar cojo y el alivio de estar cerca del otro se torna extraño, sobre todo cuando ya te convenciste, mentalmente, de que no podía ser; aunque el corazón se llevara las manos a la cabeza todo ese tiempo.
Cuando dos se tienen dentro, el segundero, siempre encuentra una excusa para unirlos. Un café, una pelea, qué más da. En ocasiones la paz del alma solo está cerca de esa persona, aunque la cabeza esté en guerra y la vida te gire la mirada sin escucharte. Porque, de vez en cuando, caen gotas del cielo para llenar de vida un campo que parecía seco y muerto.
El azar es azar porque no tiene dueño. Como el amor, no podemos elegir a quien queremos. Sí podemos, cuando se nos ha dado ese regalo, demostrarlo hasta el final. Y eso no significa ser perfecto. Eso significa afrontar los obstáculos, sean los que sean. Cuanto más altos ellos, más altos tú. Y cuando nada tenga remedio, ser fiel a ti mismo. Querer hasta en la despedida para facilitar que ese amor brille, donde tenga que brillar, aunque no ilumine tu cueva.
Porque eso es el amor verdadero. No tener condiciones a la felicidad del otro.

En ese sufrimiento está el cumplimiento de una promesa que siempre fue tuya: te haré feliz toda la vida.

Que así sea.

jueves, 11 de junio de 2020

¿Cuántas semanas tardaría yo
en olvidarte si estuviera loco?
Porque cuerdo no puedo.
Ni siquiera un poco.
Siempre te has colado en mis versos,
hasta cuando no quería;
mi corazón siempre acababa en tu viento.

Cuando pienso en lo bonito que viví a tu lado
me muero de ganas por volver a tenerlo.
Pero se me escapa y me amputa el costado,
saber que el pasado,
solo nace para perderlo.

Siempre fuiste mi bombilla.
Siempre el calor.
Cuando no tenía, mis pocas sonrisas
Qué lejos quedan tus manos.
Pero qué cerca sentirme un poco más vivo
cuanta más vida das al lado mía.

martes, 9 de junio de 2020

Ad aeternum.

Tienes toda la valentía que el mundo ha creado.
Llevaste en tu vientre la vida y la abrazaste.
Te enfrentas a monstruos que irán cayendo
de uno en uno,
tú tirarás los dados.
Y saldrá el número que tú quieras.

En tu cuerpo tienes la fuerza del amor
y el coraje de la que no le teme ni a la muerte.
No necesitas a la suerte de tu lado,
porque en tus manos,
está el fuego que le dará luz a todo.

Eres la guía de tu propio camino,
el sendero, los tropiezos, la naturaleza.
Eres la solución a tus problemas.
La belleza de todo por dentro y por fuera.
No dudes de tu duda.
Eres viento y marea.

Y cuando la noche más apriete recuerda que tú tienes las estrellas.
Y no te agobies si no las ves: están ahí y las nubes no son eternas.
Tú eres el remedio a todo, solo escucha al reloj.
Tiene un tic-tac incansable que sana todo a su alrededor.

Llegarán, llegarán los festivales de julio.
Serán hermosos.
Serán tuyos.
La felicidad te seguirá ad aeternum.

lunes, 8 de junio de 2020

Lo armonizas.

No he echado más de menos.
No estabas y yo me desvanecía.
Esperarte era ignorar la evidencia.
Pero yo no podía hacer otra cosa.
No he estado más lejos
que cada mes que no aparecías.
Yo me acoplé a un estado de latencia,
escribirte era como coger una rosa.

Jamás he querido tanto a nadie
y eso me asusta.
Contigo todo me suena bien, se limpia el aire.
Las noches se aclaran y vuelven justas.
Y cuando no has estado no ha habido calle
en la que encontrarme.
Si he creído hacerlo, no estaba,
no me encontraba porque no éramos.

Me pregunto qué seré yo para ti
porque tú para mí eres una fuente inagotable de energía.
En el mundo encuentro la salvedad
porque vives en él y lo armonizas.

domingo, 7 de junio de 2020

El nombre de todos mis suspiros.

En tus ojos, mi locura, me pierdo
los meses impares
y, en los pares, tu dulzura,
me encuentro.

En la promesa de lo que queda por vivir
encuentro tu eco
y enciendo mi grabadora.
En tus latidos me quedo.
Intento ser tu sangre
y bailar al ritmo de las olas.
A las tres nunca es tarde
si son dos los que llegan a su hora.

Y en mi reloj solo vienen tus citas.
Y en mi diario los días que te habría dado.
Por eso, cuando hablo contigo me sorprendo,
a mi mismo, soñando con quedarme otro rato.

Llevas tanto en mi pecho que ya es más tuyo que mío.
Siempre respiro esperando que seas el aire que me haga seguir.
Cuando creo que va a ser que no, parece ser que sí.
Y al final eres el nombre de todos mis suspiros.


sábado, 6 de junio de 2020

En todas esas cosas estás tú.

Si quieres quererme no pares.
Si quieres odiarme no tengas piedad.
De ti me enamora cómo hablas,
tus gestos, tus sueños, tus andares.
Me subes al cielo solo con estar.

Contigo disfruto.
Me siento vivo.
Con todos tus besos me sobra para respirar,
con los dedos de tus manos haría yo un nuevo mundo.

Si necesitas insultarme no me pongas bozal.
Si quieres pegarme, atácame al oscurecer.
Ven y acompáñame a esta fiesta
que empecé a preparar antes de renacer.

Si necesitas matarme, me voy a dejar.
Si quieres revivir conmigo lo voy a solucionar.
Amo las cosas que amo
y en todas esas cosas estás tú.

Por cada infierno que pasé sin ti ya había vivido el cielo diez veces.
Porque para mí no hay más cielo que el de tu boca.
Y allí he vivido los momentos más bonitos de la historia del hombre.
Y en cada uno de ellos me sentí como un niño en la noria.



Por las esquinas de la desolación siempre se asoma un niño de tez clara con ánimo de embellecer la fiesta.
Cuando están mal dadas y hasta el cielo parece esquivo y lleno de maleza, siempre hay un pájaro que le da los buenos días al sol para dejar caer la idea de que todo pasa y todo queda, pero que lo nuestro es pasar.
Y en ese paso están los besos, las risas, los disgustos, el dolor, el aprendizaje, el amor, los amigos, los hijos, los padres, los sueños cumplidos, los marchitos, lo poco que nos queda, lo mucho que hemos sido.
Y al final de todo, lo importante es que hayamos besado, aprendido, amado; sido buenos amigos, buenos padres, buenos hijos; que hayamos soñado, que hayamos sido destrozados y que hayamos sentido que todo lo realizado es todo lo querido.
En la libertad está la promesa de una vida que se nos ha dado.
Y no hay nada más precioso que decir adiós sabiendo que todo tu guión se ha completado y que no has tenido que hablar: solo has tenido que ser tú.

viernes, 5 de junio de 2020

Curarse de lo que cura nunca fue una opción.
Es mejor que la marea te cante una oración 
para que los peces te guíen desde el fondo de tu corazón.

Estornudar sin fuerzas,
 ahogarse en un colchón,
huir de toda guerra,
dedicarte esta canción,
soñar con tu presencia
y esperar a que acabe tu actuación.
Esperarte en la puerta,
besarte con pasión,
llevarte el abrigo,
regalarte mi atención,
viajar por tu piel
y que el mejor ayer
sea el insuperable mañana.

Y que me mires y nos riamos.
Y que me quieras que yo te amo.
Y todas las noches
a contar estrellas cogidos de la mano.
Y a bailar,
con música lejana.
Y soltarnos,
para no dejar de cogernos.

jueves, 4 de junio de 2020

Tu sonrisa tiene siete estados
y en todos ellos cabe un beso.
Sus matices son los desencadenantes de otras sonrisas.
En las grietas de tus labios está el silencio de lo que creo.
En tu saliva está la eterna juventud,
de tu suspiros se alimenta el deseo.
En media mueca está la virtud
de todas las carcajadas que te debo.

En el paseíllo hacia tu nariz
se inventan los cuentos.
Cuando se habla del giro de tus mejillas
hasta el alfil
salta por la barandilla
para poderte coger.
Tus orejas se pegan a ti
como lo harían mis brazos.
Tu pelo no para de crecer
y yo quiero que amanezca en mi regazo.

En tus ojos encontré el amor verdadero.
Su brillo me hace amarte.
En tus pupilas se pinta arte,
en tus pestañas se balancea lo certero.
En ellos siempre encuentro la verdad,
y lo sabes.
Y por eso suspiro por ti.
Porque no hay, ni habrá, un amor más puro.

Y yo sé que en los míos también la encuentras.



No soy un pasota de casta y tabaco
de esos que tienden al precipicio.
Si tú te alejas yo me entristezco un rato,
será que te quiero más que por vicio.
Y, encima de todo, me pueden tus maneras
aunque me quemen las manos,
si tú te dejas te doy mi primavera
y con la tuya hacemos un verano.

No me comprometo con otras fiestas
por miedo al deseo
de encontrarte entre mis trajes.
Aunque no me creas yo sí te creo
cuando sales corriendo del baile.
Sí puedo prometer que vaya detrás cuando quieras saltar del vagón,
nunca existió  en mi un corazón
que no mirara de reojo al noble antojo
de dormir siempre en tu mismo colchón.

Del pasado yo me quedo
con haberte acariciado el alma.
En el presente me flagelo
y te suelto mi verdad a la cara.
En el futuro quiero estar cegado
contigo de la mano
y con tres versos por terminar.
En cada sueño que te tengo
apareces por la puerta
y me besas sin rechistar.


miércoles, 3 de junio de 2020

Ella.

Ella se mece en la cara "b" de la luna,
juega a ser diosa en mitad de la marea,
se desnuda por dentro, se viste por fuera,
vive acoplada a una certeza y a una duda.

Ella me pone la piel que salta en levante,
me sacude los deseos,
me los pone por delante,
se vacuna de mis besos
para luego soñar con que se salven.

Ella es lo dulce de la tempestad.
Date por bendecido si te da su tiempo.
Sabe tan bien como yo que no se puede respirar,
en un mundo donde falte una mitad.
Yo no puedo ser yo sin ella.
Ella me quiere sin rejas.

Ella es lo más precioso que encontrarías en la gruta de las maravillas.
Mi precio a pagar.
Mis segundos a devolver.
Terciopelo, imagínatela de blanco.
Con sus ojos marrones, sus sanadores labios.
En su cuello se desliza el agua de los manantiales,
en sus pechos se ahogan mis pecados cada día.

Solo he conocido a una persona con el don de volverme loco.
Solo una.
Lo reconozco.
El don de estremecerme,
de avivarme.
Con las notas de su voz,
el matiz de su cabello,
el crepitar de sus ojos,
la danza de su cuerpo,
el tic-tac de sus pasos,
el tocar de sus manos,
la cicatriz de su rodilla,
los lunares de su espalda,
como usa las palabras,
mi relamer con sus costillas,
su sonrisa enlatada en mi memoria.
Ella,
de mi nada a nuestra gloria.

Daría mi vida por leerle mi corazón todas las noches,
por hacerle el amor.
Matarnos a cosquillas y a besos por las mañanas.
Cambiaría el orden de las estrellas por verla sonreír.
Daría los trabajos que me han hecho,
si eso la sacara de todos los pozos.
En el futuro estaremos los dos,
donde todo es perfecto.

Y, aunque ella no quiera, lo soñaré todas las noches.

martes, 2 de junio de 2020

Mi profecía.

Una melodía se escucha al fondo del salón
y hace preguntas extrañas,
nos quiere a los dos.
Y yo,
que me sobran entrañas
cuando juego a quererte
me muero de amor.

Puede que no pudiera entenderte
pero dejé de quererme,
sé que no tengo perdón.
Y, aún así, me he pasado el tiempo
buscando soluciones a tus sueños;
fue fácil, volví a ser yo.
Yo te hacía perdida.
Depresión sobre depresión.
Y bajo ellas, me encontraba.
Paradoja que tras de mi, te encontré a ti.
Y, ahora, todo tiene sentido.
Yo te quiero conmigo.
Somos la solución.

Aún te recuerdo más guapa que cualquiera
llegar en metro de madrugada.
Cada quince días íbamos y veníamos,
yo enamorado, tú enamorada.
¿Qué quieres que te diga?
No es mi culpa que cuando tú estás
más brilla el sol.
Hago lo que puedo
y sé que te sueño
por encima de mis posibilidades.
Pero también para lo bueno no tengo perdón
y allá donde tú estás 
quiero aterrizar.

Quiero explicarte porqué vivo más cuando estoy a tu lado.
Porqué me importa el mundo un poquitín más.
Porqué disfruto más de lo que disfruto,
si tú quieres que te quiera.
Quiero que entiendas 
que por ti haría lo que sea.
De norte a sur. 
Lo que tú deseas.
No somos tan distintos.
Y donde te nace el instinto,
vive mi profecía.



lunes, 1 de junio de 2020

Después de ti los besos que te debo se hundieron en el mar.
La felicidad que tú me das se secó en seco y tuve que aprender a saltar sin que me ayudaras desde abajo.
Allá donde eras mi mente estaba y por donde yo pasaba las flores se parecían a ti.
Las ojeras eran el producto de no dormir por acariciarte demasiado en sueños.

Por motivos obvios ya no pude volver a amar.
Las noches de excesos y arreglos bananeros no llegaban ni a la categoría de atajo.
Allá donde estaba yo no era y por donde pasaba le giraba la cara a esas flores que se parecían a ti
Mi corazón ya no hablaba y la sangre, intentando darme una lección, me ardía de los pies al pecho.

Jamás he conocido a nadie con quien mejor pueda definir "sentirse como en casa".
Solo tenerte al lado era estar tranquilo,
jugar contigo al amor es el mayor regalo que podía recibir desde cualquier lunes tarde hasta cualquier domingo de noche.
Contigo aprendí que querer no tenía horas
y, si las tenía, solo eran contigo.

Tu boca, tu dulce boca, siempre era un sitio al que acudir para salvar mi alma
Y cuanto más feliz era yo más feliz eras tú y era imposible no ir por ahí volando como si no existiéramos más que nosotros.

Luego fuimos tres.
Y la felicidad que se encerró sola en una bolsa de arena dejó un letrero que ponía: me voy para florecer.
Y ardieron las calles, el tiempo ahogó.
Tú no podías ser de nadie.
Yo no quería.
Y en cada uno se paró medio corazón.
Esperando el día
que todo volviese a encajar.

Vivo tanto tiempo conviviendo con tu fantasma que hasta le he cogido cariño
pero no hay día que no quiera apagar las velas, destrozar el marco de un portazo y salir corriendo a donde estés.
Quedar como un idiota.
Y quedarme contigo.

Ya está bien por hoy.
Mañana volveré a escribir sobre cómo me enamoras.