Toda creencia que te despriva de la felicidad es una creencia equivocada. Toda ausencia de felicidad, todo monopolio "antirisas" debe de ser desechado; todo aquello que te anula y te priva de las querencias te mata el alma.
Hay que aprender a vivir, hay que saber querer al alma; todos nos debemos un amor propio y una felicidad por el hecho de ser seres humanos. No más tristezas, no más equivocaciones; a veces lo que más duele es lo inmediato pero más vale una postilla que una perdurable cicatriz. Juega con el tiempo, maneja tus posibilidades, mira tu vida y asimila qué será mejor mañana porque aunque hoy duela y te mate el alma, como siempre dice mi madre: "mañana será otro día".
El presente acarrea el futuro, al igual que el pasado acarreó el hoy. Toca buscar un futuro a través de la elección del presente, a cada momento. Siempre vamos a tener el don de estar cambiando, pero más vale tener cuidado, a veces no es suficiente esperar. Aprende a hablar, sé crítico, pero ante todo, defiende tu vida y tus sueños; si el de los demás genera dolor sin acuerdo, busca futuro.
Lo importante es ser lo que somos en el amor, en la vida, en la amistad y en la pérdida. Desear siempre lo mismo a alguien a quien quieres es la mayor prueba de que eres fiel a ti mismo.
Que ahora pues no; luego entonces sí.