despacio,
que las piedras resbalan.
Tu ausencia amarga,
tus pasos se dibujan donde estaban,
tu ropa sigue en el armario,
al menos eso soñaba hasta hace un rato.
Ahora bajo por el metro,
me ahogo entre tus risas,
su recuerdo,
el maquinista que avisa:
no estamos lejos.
Salgo llego a mi facultad,
huele a ti,
al menos eso ha parecido durante un instante.
Lo cierto es que sería interesante
entender la realidad,
saber un poco más de mi,
entender a qué venimos,
a mi necesidad...
(De ti)
¿A caso nos perdimos?
Me estoy volviendo loco,
será que quiero estar ahí,
entre nosotros.
Suena el timbre y no me voy;
suena y suena y aquí estoy,
parado, escribiendo este cuento
mientras me reinvento
para sacarte una sonrisa.
Miro hacia delante y sueño, sueño con que lees esto.
Sueño con que estás más cerca de lo que creo.
Sueño con que desde tu silla,
también, piensas en mi.
Te imaginas y me ves, contigo, allí.